Es fácil que, habiendo terminado de escribir tu novela o tu texto de no ficción te des cuenta de que sabes escribir. Pero también ves que no tienes ni idea de cómo convertir lo que has escrito en algo con forma de libro. Y, entonces, tú, que has decidido autopublicarte, empiezas a pensar en quién podría hacerlo por ti. ¡Stop! Ahora te vamos a contar por qué no es una buena idea que tu primo maquete tu libro.

Si lo que deseas es terminar con un producto que se venda, si lo que deseas es tener una carrera como escritor o escritora o, simplemente, quieres convertir en un libro de verdad los cuentos que llevas un tiempo escribiendo, los poemas, la novela o tu tesis doctoral, no te conviene hacerlo a salto de mata.

Porque tu primo o tu hermana o esa colega que está todo el día ante el ordenador:

—No tiene conocimientos profesionales. Una herramienta para maquetar es solo esto, una herramienta. Tras un instrumento tiene que haber una formación, para usarlo correctamente. ¿Verdad que no le pedirías a tu tío, el que toca la guitarra en las fiestas familiares, que ataque con el Concierto de Aranjuez?

—No sabrá qué responder a la imprenta cuando le pidan que escoja el tipo de papel, el tamaño y otras características de la publicación en el momento de decidir la tirada.

—No es una persona profesional con una educación estética, algo importante para el producto final. Es decir, que el libro no se verá profesional.

Por qué no es una buena idea que tu primo maquete tu libro

—Desconoce las cuestiones específicas que hay que tener en cuenta para que un libro esté bien hecho: la tipografía según la tipología de texto y la edad del futuro lector; los márgenes, que dependen de la encuadernación; las líneas huérfanas y viudas, y otros tantos detalles estéticos que mejoran la legibilidad.

—Tiene que conocer qué se quiere comunicar con el diseño, y por lo tanto hace falta un trabajo de edición y coordinación entre los miembros del equipo que trabajan el libro y con el autor.

—No es un profesional del sector, por lo que no sabe dar una coherencia estética al libro, a la revista, al folleto…

—No tiene acceso a profesionales (corrector, imprenta, ilustrador…), y eso hace que no pueda producir un producto de mucha más calidad.

¿Te ha quedado claro por qué no es una buena idea que tu primo maquete tu libro?

Pues aún te daremos otra razón: si quieres que a la larga las editoriales se fijen en autores como tu, un libro mal terminado o hecho de prisa y corriendo no es la mejor tarjeta de presentación. Ni tan siquiera para los futuros lectores de tu libro.

Conclusión

¿Por qué no es una buena idea que tu primo maquete tu libro? Por la misma razón que no es una buena idea que el mismo primo, que hace unos huevos fritos de chuparse los dedos, no tendría que montar un restaurante.